A propósito del vómito que hube de inducir tras la serial que describí anteriormente (ya, pero tanto así, si la crítica le amó? Déjenme ser soy una señora mayor recalcitrante), estuve pensando en cómo trataron de meter temas que podríamos tratar de contingentes a pesar de su constancia en los últimos cien años (socialmente parece que cada paso avanzado toma muchas vidas, o que al menor tropiezo retrocedemos 10) y recordé a otro hijo menos popular de Erle S. Gardner.
Bueno, de entrada le publicaba bajo un seudónimo, pero al rato todos sabían quien era este tal A. A. Fair en sus relatos protagonizados por el Donald Lam y la espectacular Bertha Cool.
En HBO's Perry Mason metieron la segregación racial (calcado a Justicia Enmascarada de Watchmen, no dejaré de decirlo) cuando Gardner procuró no meterse en esas profundidades porque seguro quería mantenerse políticamente correcto y seguir vendiendo. También sentaron a la mesa el empoderamiento de género con una Della muy adulta viviendo su sexualidad a pleno bajo sus normas y aspiraciones de igualdad en la oficina en una forma clónica, pese a que Gardner ya había creado a B. Cool mucho más progre que todos nosotros hace eones (y no olvidemos que la verdadera Della cargaba su propia bandera de lucha feminista con suficiente peso, cero caricatura). El abuso de la figura de la policía sucia y corrupta hasta la médula como un recio hard boiled tampoco corresponde a la creación del hombre de Ventura, ni meter guaguas muertas o tanta sordidez... podría seguir hasta el juicio final pero ya estamos inmersos en una pandemia mundial así que puedo explayarme, mauajajajjajaa... no, mentira, a lo que iba es que si deseaban generar ese tipo de producto el propio Gardner ya tenía material más cercano con Lam y Cool, Agencia de Detectives.
El carismático Donald, joven, tenaz y soberbio, siendo abogado de profesión, se metió en un buen lío que le costó la suspensión del ejercicio. Cesante y con hambre llegó a buscar laburo a una agencia de detectives donde se encuentra a este portento de humanidad llamado Bertha, en sus 60 años si mal no recuerdo, viuda, mordaz, tacaña, y en especial libre. Libre del compromiso social, de comer poco porque hay que mantener la figura, de hacer cosas de dama, de ser delicada para no intimidar y dejar mal a la fragilidad masculina... noooo, Bertha camina a su paso, come bien y se mueve con aplomo... como diría la gente joven (inserte llanto de treintañera) nadie le achica la calle. Lo único que atemoriza a Bertha es que un cliente no pague la cuenta o que le retiren el permiso a trabajar como detective.
Además, las historias de Cool y Lam tienen una continuidad marcada y se ubican perfectamente en su tiempo, las cosas que pasan que tienen efectos al futuro, como la compra de un buen sillón para la oficina que se menciona constantemente como una mejora en la imagen pública al conseguir clientes o que un día Donald decide enemistarse en la Marina durante la WWII y durante dos novelas está en el mar asiático por lo que Bertha sola se dedica a encontrar cadáveres (siempre acusa que él en su ímpetu hace tal cosa. No, ella por si sola también tienen El Resplandor... no, mentira, el don de meterse en el caos).
Son bonitas novelas pulp con las dosis exactas de misterio, acción, humor, personajes carismáticos perfectamente imperfectos y de lectura ágil, en general se leen en unas horas y al ser entretenidas no es raro comenzarlas y no soltarles hasta el final en una jornada. Quizás un día alguien se digne a sacarles del olvido y les hagan un homenaje decente.
Y la serie no es tan larga, antes del fin del mundo (entiéndase el confinamiento paulatino por covid) se podían seguir pillando re ediciones de Molino o Plaza y Janés de los años 60 en las ferias de las pulgas. Quizás si un día el mundo vuelve a su eje siga siendo así. Y si es que no, amigxs míos, les invito a abrazar la piratería en internet y buscar el ebook ( a mi me ha salvado la vida estos meses Project Guthemberg, qué les puedo decir).
Ediciones de Molino argentina de la década del '40, Molino España de los '60 y '70, por ahí una cartoné de Plaza de Janés y un par de Nova Dell, en ambos casos de los '70.
Ojo con la portada de "Agencia de Detectives" a la derecha, súper genérica, ¡nada que ver con los personajes!
...tuve como un mes reposando esta entrada... sayonara!
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