domingo, 26 de agosto de 2018

Entrada de libros, o yeah!!!


¿cómo les trata la vida, queridos y anónimos parroquianos?
Vuestra humilde servidora desde la comarca procura sobrevivir al vertiginoso ritmo del breve e intenso segundo semestre. Ya saben como es esto: cuando menos lo esperas, un día despiertas y es.... (se oye grito histérico de mujer al fondo)... fin de año!!!!
Pero viendo el vaso medio lleno (si, estoy intentando abrazar una nueva filosofía de vida, le dicen optimismo, es una donde no quieres cargar un bidón de combustible altamente inflamable y cerillos a todas partes... o eso dicen, quizás entendí mal) aún queda año y un millón de cosas por hacer. 
Yupi.
(silencio incómodo)
Y dentro de todo lo que hay que por hacer, me desligo y me revelo a mis obligaciones para escribir sandeces acerca de mi pobre tiempo de ocio y esparcimiento a solas (que esto no lo hago con la familia, con el sr. esclavo a.k.a. sr. esposo y el pokemon tipo rata a.k.a hijo preadolescente jugamos PS o scrabble o vemos videos de animalitos en yutú, cosas muy normales y edificantes, jugando a la normalidad)

Partamos, un caso del Edgar Wallace, que si han leído mis testamentos sobre pulp antes, sabrán le amo, a sus clichés y fórmulas y estereotipos y bla bla bla.
Este en particular en un misterio de habitación cerrada en toda ley, aunque si he de serles muy sincera, no entendí cómo carajos se desenmarañaba el enigma. No sé si es por el cansancio constante, algo que se perdió en la traducción o el tolueno (??????) 
Pero cumple con lo demás que esperas en un texto Wallace: entretención, asiáticos cool, un heróico y adulto joven caucásico y culto y atractivo protagonista, una osada pero femenina heroína digna del antes mencionado, un malvado antagonista detestable.... eeeeeeeetcetera.
En una edición de Zig Zag,  de la colección La Linterna, de 1945.


Este de acá fue sólo porque si, ya que lo tengo en edición de Molino de los '60. Y pues, no me pude resistir a esta edición de la Serie Naranja de Hachette, de 1946.  Mi amor hacia Perry Mason no descansará mientras existan ediciones diferentes en español para los setecientos doce mil títulos (exageración mode on)


Este es uno del simpático del Hercule Poirot, aún no lo leo, bonita edición de la clásca biblioteca Oro de Molino, de 1945. Como es habitual en esta serie, acompañan estupendas tintas.




Este es de niño rata. Bonito libro con ejercicios desde lo más sencillo.  Editado por la Casa Amarilla (tienda de música milenaria) en 1923.


Y este es un regalo hedonista que nos hicimos aprovechando los mega descuentos de un librería de esas de centro comercial.
Sea como sea, te sigo amando Taschen, aunque ya no envían los catálogos semestrales a casa como en el glorioso pasado



Y eso es todo por hoy. Tengo fotos de un evento de ilustración de hace poco,  si logro hacerme el ánimo subiré algo acá en algún  momento del futuro cercano.

Sayonara. Por ahora.