lunes, 28 de febrero de 2022

Super cargamento de Biblioteca Oro

 ¿qué tal, venerable parroquiano que aún circula por estas tierra desoladas? Espero usted lector, goce de buena salud física y mental por partes iguales. Por mi parte debo decir que seguimos invictos con la sensación  de las catástrofes de estos años, aunque el mes pasado estuvimos en cuarentena preventiva mientras salía el resultado del pcr de la temporada por alerta de contacto estrecho... en fin, la vida misma en estos tiempos convulsos de pestes, y ahora además de guerras (hagan sus apuestas señores, qué se nos viene para el segundo semestre, vampiros o zombies? o ambos?)

Bueno, creo que en la quizás menos apocalíptica entrada anterior le había mencionado haber dado con un buen filón de pulpas nada más y nada menos que de la Biblioteca Oro de Editorial Molino, las que encontré van desde 1944 hasta 1953 y la gran novedad para mi fue que venían algunos ejemplares españoles, mientras todos los que he adquirido han sido argentinos. Bueno, no es como que se perciban grandes  diferencias (salvo el espacio publicitario para otras colecciones en la contratapa y entre algunos capítulos) entre una edición y otra, pero no deja de ser destacable cuando te gustan mucho las hojas amarillentas con muchos, muchos años.

Lo otro a mencionar es hay muchas portadas que son obras de Bocquet (Joan Pau Bocquet, que ilustró para Molino tanto en Biblioteca Oro como posteriormente la Selección de Biblioteca Oro), bellísimas, por supuesto, y  en particular sus rostros masculinos, candorosos, distinguidos, gallardos o enigmáticos. Sus hombres se me antojan algo así como los de Leyendecker a la publicidad, pero en este caso, a las pulpas.

Bueno, por acá las portadas:





A pesar de que mi febrero fue forzosamente flojo, no me he dado tiempo para leer, tengo a Galeano cocinándose a fuego lento como lectura de compañía en largo plazo (como hice al año anterior con Capote) y otros pequeños a medias, incluso cómics! Culpo a la vida y sus tensiones de no permitirme poner el mínimo de concentración a cabalidad ara llevar lecturas a conclusión en el tiempo adecuado... pero si confieso que un ejemplar ya lo tenía, y por alguna razón, lo recuerdo muy bien a pesar de haberlo leído por vez única en mi adolescencia hace unos 20 años: "Un cuchillo en mi espalda". Es una lectura muy fluida, entretenida pero llena de clichés que aspiraban a ser super ingeniosos pero no mi ciela, ya estaban super vistos, como la mujer detective super brillante pero fea como mis pensamientos en viernes por la noche. Así que nada memorable, aunque irónicamente, la recuerde por ello. En fin, mi cabeza se manda sola, sino pregúntenme cuántos años me tomó memorizar el número de teléfono cuando lo cambié....

Apenas lea alguno entero (a excepción de uno que le falta el final) dejaré por acá las ilustraciones interiores a tinta y alguna reseña que nadie pidió ni nadie necesita.


Tengan un lindo mes, cuídense mucho.