Querida Bárbara, me tardé dos semanas completas en venir acá a dar cuenta de tu partida, donde dejé constancia de tu arribo hace 13 años, donde me quejé tanto de tus crímenes, algunos realmente graves, y otros no tanto. Como cada vez que pasa, esto ha dolido mucho, ese dolor que te atraviesa el corazón y te deja una herida para el resto de la vida porque la ausencia física se palpa y nada lo podrá cambiar, aunque a cada día se mimetiza más con el paisaje cotidiano.
Tuvimos dos semanas previas para aceptar que el final de esa historia, tu historia, iba a acabar pronto, vimos como tu sonrisa se iba desvaneciendo a medida que nos olvidabas, pero ni con todo el tiempo del mundo para prepararse ante el inevitable final esto podría doler menos. Han pasado 14 días enteros y sigo llorando al escribir esto aunque ya pensé había llorado todo lo que podía.
Te fuiste el domingo 28 de Mayo, puedo decirlo en voz alta a los familiares y amigos, todos esos que te saludaban afectusosamente cada vez que te veían, pero no puedo decírmelo a mi misma sin que se me haga un nudo en la garganta. Te quiero mucho vieja loca. Tu sonrisa me acompañará siempre aunque no la pueda ver cada vez que llegue a casa.
Algún día nos volveremos a ver, por lo pronto te puedo decir que cuidaremos a tu niño-viejo, ha lidiado con la pena, pero se mantiene cada día un poco mejor, saldrá adelante, te lo prometo.
Un abrazo, querida Bárbara Blade.
Barbarita, 2010-2023