jueves, 21 de enero de 2021

Año II de apocalípsis: aún no salen los zombies

 Como siempre, vuelvo después de meses a este recóndito paisaje de la internet de los viejos recalcitrantes: bloglandia, tierra de los contenidos más dispersos, de bajo interés y sin trolls ni haters fregando la cachimba contra detalles como la fuente que has decidido usar.... bueno, tampoco hay casi feedback positivo en estos tiempos, pero igual funciona, de una forma u otra. El último refugio de los testarudos que nos aferramos a los párrafos extensos y varias fotos en una misma entrada.

Después del horrendo asunto que resultó ser Perry Mason de HBO, descubrí que mi salud no era todo lo maravillosa que pensaba, bueno, eficiente al menos, y estando mi ciudad aún en cuarentena total tuve que enfrentar al mundo exterior para acudir a chequeos y exámenes... por fortuna en mis excursiones médicas no me crucé con ningún vampiro, alienígena ni ente alguno que significara algún riesgo para mi integridad. Con algún nivel de mejoría pero siempre atenta llegamos a noviembre ya desconfinados, con algún proyecto loco por ahí y trabajo avecinándose (verano). Así se pasaron estos últimos meses, entre dibujar e ir al médico... pero sin descuidar las precauciones. Para mi sorpresa los conspiranoicos que dudan de la terrible realidad del asunto covid son muchísimos más de los que quisiera, por lo que en términos familiares hemos preferido (salvo instancias de trabajo) seguir aislándonos lo más posible.

Dentro de este auto impuesto confinamiento seguimos con una reducción de salidas por cosas fundamentales, por ej. procuramos ir a la feria/mercado de frutas y verduras frescas semana por medio en vez de cada semana como antes...pero en una de esas salidas no nos contuvimos y nos fuimos a dar un vistazo a la feria de las pulgas (el Fleamarket pa que suene más cosmopolita) y encontramos un lindo puestito de antigüedades de las de verdad, no cosas de los años 70 u 80s. 

Estábamos agachados viendo una cajita con postales de muuuchos años cuando el señor del puesto le dice a mi compañero-esposo (a.k.a. sr. chofer) "yo a usted lo conozco" a lo que mi compa le pregunta que de dónde será... el señor en cuestión le dice "de cuando usted estaba lolito (traducción: joven, muy joven), cuando estaba en la u (universidad) y pasaba con la señora a la tienda (ahí me miró y se dió cuenta que era la misma acompañante de todos estos años)"

Claro, él trabajaba en una tienda de antigüedades que estaba ultra cerca de la universidad donde estudiábamos (por allá por el 2002) donde íbamos a babearnos porque como buenos estudiantes, éramos pobres como ratas de alcantarilla en lugar sin habitantes... a veces comprábamos alguna revista antigua o estampillas, pero nada más.

Luego esa tienda se mudó al centro, era más caro todo aún, jajajajajaa... después nos fuimos a vivir a otra ciudad unos años, después en algún momento el dueño murió y sus familiares intentaron abrir otra tienda pero nos contó este buen señor que ahora vendían piezas sólo por internet. Y él vendía en la feria.

Compramos algunas postales, le dimos las gracias y nos despedimos. 

Antes de partir nos dijo "deben tener hartas antigüedades". Pues no tantas como quisiéramos quizás, pero después de 20 años coleccionando juntos igual podemos mostrar piezas interesantes con orgullo.



                                                 Saludo de Año Nuevo, Enero de 1950




             Saludo a don Raulito, pese a que el diseño del muchachito tiene una estética más añosa, la postal debe ser los años 40. Ciudad de La Serena (o sea, este mismo pueblo)


              Esta tenía raspada la parte trasera, pero por la técnica de coloreado de una foto en b/n también diría que data de los 40. Se ve la fachada de un colegio que sigue igual, buena construcción que ha resistido multitud de terremotos (tiembla MUCHO acá. Cuando digo que mucho, lo digo en serio)