Querido diario, sé qué he prometido presentarte la caja de postales europeas que compré el año pasado, o la caja de libros de clásicos detectivescos que pillé en market place, y otras porquerías más de las que me gusta rodearme, pero creo pertinente contar una noticia de la que me vengo a enterar desfasada en varias horas porque así he pasado los últimos meses, enterándome tarde de todo: la OMS declara el fin de la alerta sanitaria del Covid-19.
Así es que puedo decir , teniendo todas las dosis de vacunas y refuerzos, que hemos sobrevivido. Y que bueno, el relato surreal con toque zombie y sci-fi queda relegado a un relato apocalíptico más de esos que guardamos en el cajón de anécdotas como los terremotos o tsunamis o accidentes o cualquier catástrofe de la que es mejor reírse antes que hacerse cargo del trauma que nos ha dejado.
Es entonces como les cuento a uds, amables parroquianos que aún circulan por este páramo despoblado, donde alguna vez crecieron verdes plantaciones de todo lo que pudiera vivir, que la esperanza ha regresado: la vida ha logrado imponerse una vez más, la humanidad se levanta otra vez ante el conmovedor discurso de Morgan Freeman o Bill Pullman, nuevamente tenemos un mañana que planificar, los niños correrán libres e inmunizados por las plazas, los ancianos transmitirán su sabiduría a las próximas generaciones, y los adultos... harán filas para entrar al cine a ver la sgte película de super héroes... pantalla en blanco, ¿el fin?
Para no sonar tan delirante (en serio?) dejaré mi última adquisición en la Feria de las Pulgas aunque siempre digo que no debo comprar peluches (animales de felpa, cómo les digan)
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| Así es, el colonialismo ha llegado en forma del rey Babar, pero no lo juzguen, él no tiene la culpa. |
Y eso es todo de momento. Dejen que Brad Pitt lleve las vacunas y la esperanza a todo el globo. XOXO
