Qué tal pandémicos parroquianos, ¿cómo les trata la vida? espero que cuando menos esté siendo amable, que parece este año se ha vuelto aún más abominable que el anterior.
Por mi lado les contaré que el mes pasado celebramos mi cumpleaños encerrados, por supuesto. Recibí mucha comida como obsequio, y lo más genial fue el tomo integral de "Persépolis", que había leído online como la rata pobre que soy hace aaaños atrás, como diez, y ahora lo tengo para releer cuando quiera sin ver como mi link amigo ha sido desactivado por piratería (lo que callamos los pobres que consumimos cosas online)... ah, y obvio que lo más importante fue pasarla con la familia, mi adolescente y ronco hijo y mi amado marido a.k.a. señor compañero chofer. Naaaa, en serio que siempre lo es lo más importante pasar un rato lindo con ellos. Pero si amé recibir Persépolis. En serio que mucho bastante harto un montón.
Y bueno, cuando cumplí 35 me pareció un hito digno de gran festejo, que lo hubo! porque me parecía increíble llegar a esa edad, digamos que no soy la herramienta más afilada de la caja, siempre creo que tengo posibilidades de aparecer en una eventual nueva temporada de "Mil maneras de morir", por alguna causa humillante en grado superlativo... bueno, luego llegó la coronavida, cumple solos los tres, encerrados, sin poder salir a comer... pasó un año entero otra vez y pues... lo mismo!! Pero recibí un par de visitas correctamente vacunadas ese día. Fue un detalle lindo para variar algo del año anterior.
Aún así sea como sea la vida sigue llena de precauciones. Supuestamente mejoramos en términos generales porque se contagia menos gente en este país, pero los hospitales siguen llenos, familiares cercanos se contagiaron finalmente de covid, aún no se canta victoria y nosotros preferimos mantener todas las medidas de precaución. Cuando toca una salida obligatoria nos altera los nervios ver que otros piensan que ya todo pasó y se bajan las mascarillas, comen, fuman, tosen... es indignante. Estamos mejor atrincherados en casa, pero sanos dentro de lo que cabe (descontemos el sobrepeso por supuesto)
Miss 37 (se acuerdan de esa decadente publicación? no sé si circulaba sólo en Chile la verdad, quizás tuvo más alcance en latinoamérica) se siente bastante amenazada aún no por todo esto, poco esperanzada a ratos, pero intentando sobrellevar todo de la mejor forma posible, lo que incluye que nos ríamos mucho en esta familia, sea haciendo fotos estúpidas o viendo los crímenes que cometen los gatos. No quiero optimismo falso de consejo barato de autoayuda, quiero que pasemos un día a la vez esta extraña etapa de la vida, de la coronavida.
Y si, sigo sorprendida de seguir acá. Aún me queda un poquito de capacidad de asombro.
Bueno, les dejo unas viñetas de Persépolis, por si no lo han leído aún, corran por esta maravilla.
Y les cuento que tuve esta entrada congelada unas semanas... ya se va Julio y recién la dejo... bueno, algún caminante que llegue por acá podría sentir curiosidad por esta increíble pieza, así es que quizás valga la pena dejar la entrada finalmente al aire... hace poco conseguí algunos cómics y un libro álbum, en otra vuelta se los compartiré junto a mis aventuras y desventuras pandémicas. Hasta pronto!
