martes, 13 de abril de 2021

Ya perdí la cuenta de semanas encuarentenados

 ¡Qué tal alegres parroquianos! ¿cómo va esa corona vida?  ¿Cuántos tipos de pan amasado saben hacer ya? ¿han podido acceder a vacunas?

Por mi parte sólo aprendí durante el primer confinamiento del año pasado a hacer pan regular, este año sólo he intentado aprender a comer menos pan (o derechamente no comerlo...), y como he contado antes, en esta familia no tenemos para cuando vacunarnos, pues mi compañero de aventuras y yo tenemos menos de 40 y ninguna enfermedad crónica (que sepamos, la estupidez no está reconocida por la OMS, creo) y el retoño es menor de edad así que la vida continúa en hiper confinamiento (además de que esta ciudad ya lleva muchas semanas en cierre total). Quién sabe si algún día volvamos a transitar por las calles sin mascarillas... la verdad es que no soy una persona particularmente optimista pero por un acto de auto compasión suelo invocar el vaso medio lleno... pero esta vez no. Si bien el tiempo avanza increíblemente rápido incluso durante los incidentes más extraños, cada vez que veo un concierto en la tele pienso que nunca más volveremos a tener eso y duele un poquito. Después me acuerdo que acá sale re caro porque además de los tickets hay que viajar y pagar alojamiento, pero igual esa espinita está clavada, y a cada repetición es como si echaran sal, limón, ácido y pirañas mutantes en la herida. Sería bonito pensar que volveremos a ver música en vivo, viajar o sencillamente comer fuera de casa.... y trabajar también fuera de casa!, ay, que recuerdos de los eventos de ilustración... el último en que estuve fue exactamente el 29 de febrero del año pasado, mira que cosas, justo el día extra del año bisiesto. Y luego nada porque se vino el hecatombe y la vida parcialmente pausada.... salvo unas semanas previo a navidad que pude vender presencialmente al aire libre en un outlet, pero se sigue echando en falta un poquito de interacción humana (aunque la paciencia se vaya al rato por causa de algún cliente falto de sentido común o de modales o de inteligencia mínima  para moverse por la vida )

Pero para ajustarnos un poco a una seudo normalidad, que ya harto se ha extendido el fin del mundo y acá seguimos, sólo que encerrados, que estaré en un evento virtual... woooaaaaaa (acá suena música electrónica y salen luces de neón y la realidad se vuelve un episodio promedio de Regular Show).

Me acuerdo que escribí un guión para hablar sobre mis procesos y métodos, materiales y temáticas en mis dibujos. Sólo que no puedo garantizar que la cápsula que finalmente se emita sobre mi trabajo sea como se lee mi descripción. Es posible que no se entienda un carajo de lo que quería decir y además haga muchos gestos extraños. Pero si me maquillé muy bien el dia que grabamos, hace muchos meses atrás, así que al menos salvaré mi dignidad por el lado frívolo.

Lo maravilloso es que habrán muchos ilustradores locales y músicos también para pasar por alto a la señora mayor que habla de gatitos con ropa (mi leit motif dibujístico, por supuesto)

Acá dejo el clip promocional del evento, por si a algún visitante le dan ganas de echar un ojo.



                                  Si sienten curiosidad yo soy la (loca) vestida de negro que mueve las manos.

Evidentemente estaba explicando algo, porque si, muevo mucho las manos al hablar, en especial cuando quiero dejar bien sentado un punto. Porque tal vez las palabras no sean suficientes para expresar ciertos conceptos, y es mejor quedar como persona afiebrada balbuceando incoherencias, lógico (?).

Y eso es todo por hoy, un poco de propaganda descaradísima.
¡ah! hablando de propaganda, si quieren ver mis monos(dibujos) y alguno que otro producto con ellos estoy en instagram (@collarcitosrv)

Ya elegiré el próximo posteo sobre revistitas antiguas, o libros antiguos, o un soliloquio eterno de lo ridícula que fue mi aparición en el evento previamente mencionado . Como este mismo, pero posterior al estreno.

Cuídense mucho, gracias por seguir pasándose y leyendo, un abrazo!

viernes, 2 de abril de 2021

Especial semana santa, ¡salud!

 Qué tal, venerables parroquianos, espero gocen de buena salud, tanto física como  mental, miren que con el último año asumo todos hemos perdido algo de cordura, sino preguntenle al Harvey, el conejo gigante que me dice que beba más que té y agua... el asunto es que al menos por acá, en este rincón olvidado del mundo, estamos en confinamiento total en casi todo el país otra vez, y se hace difícil ser optimista y objetivo, es fácil desesperarse cuando existe una pandemia descontrolada en el mundo y en latinoamérica estamos gobernados mayormente por poderes  ejecutivos criminales donde se toman las peores decisiones y al final no sabemos si nos morimos del virus o de hambre por citar dos probabilidades... como sea, ya está claro que nada es sagrado, menos para mi (luego del incidente Perry Mason de HBO) así que abramos paso a la herejía... les traigo una linda selección de publicidades de bebidas alcohólicas en revistas antiguas.  Era eso o seguir llorando por la afrenta a la obra de Erle Stanley Gardner.

Argentina, 1945

Chile, 1954

Chile, 1958

Argentina, 1931

Argentina, 1931

Alemania, 1926

Francia, 1934

Francia, mediado de la década del 50

Chile, 1953

Chile, 1954

Francia, 1939


Yanquiland para latam, 1955

Yanquiland to backyard, 1955

y para cerrar con broche de oro, porque no todos saben medirse en el consumo de bebidas etílicas para evadir la extraña coronavida... Francia, 1936


¿Se fijan como Cinzano es omnipresente (que rico)? Lo que es yo, ahora mismo comparto con mi compa marido (a.k.a. sr. esposo-chofer, a.k.a. esclavo) una deliciosa mezcla de Pisco (no me importa si es de $hile o Perú, por Crom que rico, es de la humanidá) y bebida cola (puaj), la gloriosa Piscola, porque somos dos adultos reponsables que procuran beber en horario adulto, como película soft porn, porque hay que dar buen ejemplo, mira que el hijo es un adolescente de 15 y puede acabar siendo algún día un sujeto que colecciona revistas del siglo pasado y bebe alcohol con su pareja mientras elige publicidades etílicas un viernes por la noche... crom nos libre!

Cuídense mucho, eviten las aglomeraciones, hagan cosas que les diviertan y no sientan culpa por ganar peso, o no leer doscientos libros, o aprender un idioma nuevo, o cualquier estupidez con que siga sonando luego de estar un año sumergidos en este sueño raro... sobrevivamos primero, mantengamos la calma, la estabilidad y luego nos cuestionamos. Un abrazo.