lunes, 10 de agosto de 2020

Juanito Triste ha acabado su primera temporada.

Finalmente esta retorcida interpretación del Perry de Gardner ha  finalizado, por ahora, mira que está confirmadísima la segunda temporada porque le ha ido muy bien a la serie. Claro, para quién no esté familiarizado  (y encariñado, que no son ni remotamente obras maestras y hay que tenerles cariño incondicional para serles fiel, de lo contrario hubiesen sido una lectura más olvidable como las novelas más azarosas de Wallace y sus fórmulas redondas, por ejemplo)

El ritmo narrativo, al fin se hace más comprensible: el vínculo entre la trama principal y el asunto del culto de la Hermana Alice ya han sido completamente expuestos, aunque su historia con su madre abusiva y controladora bastante obvia no tiene mucho objeto de ser contada... la verdad es predescible de sobra.
Y ahora si, ¿podemos decir que esto es Perry Mason?
No mis pequeños lectores. No lo es.


No puede llegar a ser un Poirot con David Suchet a laobra de Agatha Christie por hacer una comparación, que aunque son odiosas, a veces se hacen necesarias. No, no ocurrirá.
Aunque no soy fan de la serie de TV de los años 60, ese seguirá siendo el mejor y más decente representante televisivo del buen Perry de los libros.
Este pequeño aspirante a hard boiled estilo China Town queda corto en muchas cosas. Pero el mundo ha preferido olvidar la calidad recia de un buen noir, hard boiled, o una pulp genérica parece. Qué halcón maltés ni que nada, el público se deslumbró por un personaje construído tomando un nombre de aquí y armandole una historia de sobra dramática por allá. Y voila, tenemos un Juanito Triste y un desfile de personajes con nombres que conocemos de los libros o la serie antigua, pero no son ellos.



Ahora, un pequeño resumen del episodio ocho:

 Por arte de MAGIA m.r., el juicio en que era defensor Juanito Triste estrenándose como abogado, queda NULO. Si, partió la carrera con un neutral comienzo, mira tú.

Pero Juanito se manda un inspirado y conmovedor discurso de cierre del caso tan cursi que casi lloran las cebollas y todo mundo está impresionado y conmovido por su candor ("cómo administraremos la justicia sin encontrar la verdad?" palabras finales)

Acá Juanito conmueve hasta a la ultra derecha conservadora de latinoamérica

 

Paul Drake renuncia a la bofia y se transforma en una Sailor Scout.. ná que ver, se convierte en Paul Drake

 

El sgto. Paul Drake renuncia a la policía y se convierte en .... Paul Drake, detective padre de familia de la firma (si, luego explico esto) Mason y Asociados.

El antiguo Paul Drake (nunca pude aprenderme el nombre, lo siento) deja de ser Paul Drake y se va como investigador de Hamilton Burger que está comenzando como Fiscal.

El antiguo sidekick Bob, digo, Paul Drake


Della Street deja de oficiarlas también de Paul Drake ya que decide guiar la vida de Juanito Triste en la firma así que ella es la asociada en la firma mientras estudia Derecho para ser también abogada para que más adelante Mason y Street sean un realidad (nunca imaginamos que Della quisiera pertenecer al gremio, pero qué diablos)


Ah, ¿y la Hermana Alice? ah, pues, volvió a su planeta. Digo, huyó de su madre que la reemplazó rapidamente para seguir amasando fortunas mediante el timo de la fe.

 

Foto expropiada de internet. Ojalá tuviera esta edición

Ah, y claro, el encantador guiño para la fanaticada Old School: cuando están repintando las letras de molde en la oficina del abogado novato, llega la primera clienta, una dama llamada Eva Griffin... ahhhh, la misma de "El caso de las garras de terciopelo", la primera novela de Gardner con el amigo Perry Mason como protagonista.

Awwwwwww, que tierno, con eso nos reconciliamos?

No. 

Tengo estas ediciones latinas solamente de las garras de terciopelo. Mejor que nada, ¿no?