lunes, 25 de marzo de 2013

¡Quémenla en la hoguera!



 Hace unas semanas comencé un bonito tomo de Antología de relatos policiales, con agradables sorpresa, con cuentos de los más conocidos, como Wallace, Christie, Simenon, Conan Doyle, por supuesto... y algunos totalmente nuevos para mi, y otros de los ultra populares, pero por un tema de "instinto" no me había dado el tiempo de leer.

Y adivinen qué.... debí de obedecer a mi sabio instinto.

Entre relato y relato, me topé con uno de Ellery Queen.
Y he concluído, con algunas páginas a cuestas, que tanto el mentado como su papito, son unos jodidos misóginos.

El nombre del relato es "El misterio de la acróbata colgante".
Argumento:
El señor Kuchen-strudel trabaja con un circo itinerante, de esos que viajaban por el país y se presentaban en teatros de varietè, como lo hizo un tiempo el General Alcázar, alias Ramón Zárate.... la cosa es que el señor alemán este es acróbata, junto a su esposa, la bella Mira... una noche, ella desaparece... el pobre señor Kuchen-strudel entra en pánico y acude a la policía, quienes la encuentran finalmente donde solía entrenar, colgando boca abajo con su frágil cuello apretado por un inmundo trapo.
El pobre Kuchen no cabe en si de la pena.. poco a poco llegan al sitio los colegas del circo, y un borracho administrador comienza a vociferar que la muy mosca muerta se lo merecía, ya que coqueteaba con todo el mundo: con el humorista marinero, el cantante vaquero, y el tétrico mago.... oh! la señora Kuchen no era ninguna santa... por supuesto que se buscó lo que obtuvo.
Varias páginas de espantosas descripciones del mundo circense, el dolor del sr. Kuchen al saberse cornudo y finalmente.... a qué no adivinan quién se cargó a Mira?
Pues obvio, el señor Kuchen-strudel!!!
¿por qué? pues porque le habían puesto los cuernos.
Y cuál es la reflexión final de los Queen? Pues la muy zorra  se merecía ese fin, por coquetear con hombres... y pobre Señor Kuchen-strudel, él sólo hizo lo que debía hacer.

A ver, ¿qué es lo está mal aquií?
Ya, muuuucha gente, de cualquier género y orientación sexual, arruina relaciones por caer en el feo tema de las infidelidades... se matan todos por ello? No, pero demasiados lo han hecho.
Cuando ocurre ese tipo de cosa, supongo que pasarán mil cosas horrendas por la cabeza del afectado, pero finalmente lo más sano es pedir el divorcio de inmediato y dejar en la calle al infiel, quitarle absolutamente todo y esperar que el/la infeliz entienda un poco el daño que hizo, viéndolo reflejado su merma material.

Pero decir que alguien se merece morir por ser infiel?
Vamos, el relato no fue escrito en la época de la letra escarlata y esas brutalidades.
Esta mierda no tiene  justificación alguna.

Hubiese preferido leer una contratapa de libraco de la Bárbara Wood antes que esta porquería, pues no se salvaba por ningún lado.

En la próxima entrada les ilustro el relato con una recreación con Señores Cara de Papa. En serio :)
****EDITO****** es más adecuado poner en la misma entrada las fotos!!



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