domingo, 20 de septiembre de 2015

El movimiento telúrico

La noche eb cuestión, en orden de abajo hacia arriba: Sasha, Simón, Lulú y Charlie
El miércoles para variar un poco en la vida de vuestra heroína (???) empezó a temblar... acá, en la 4º región de Chile, y en realidad, en buena parte del país, estamos acostumbrados de sobra a los temblores, uno trás otro. Y aunque suene un poco surrealista, hasta a los terremotos ya nos acostumbramos. Y fue así cuando a las 19:54 del miércoles pasado empezó a moverse el piso otra vez... con el esposo (a.k.a. esclavo) calmamos a nuestro retoño que le tiene pánico a estos episodios, diciéndole "ah, niño, es sólo un temblor más, no te levantes de la mesa" (estábamos armando la cena), hasta que el remezón se alargó, alargó y empezó a parpadear la luz, y a caerse cosas, ahí dijimos "chucha, esta weá es terremoto, Lucas, levántate y ponte al lado de la puerta".
Se fue la electricidad y la telefonía, pero en gral. no pasó nada en nuestra casa, sólo algunas cosas rotas. El verdadero problema es que una gata, que ha vivido poco tiempo como para haberse topado con movimientos de las placas tan violentos, se escondío, y sin electricidad, a pura vela y linterna, no la podíamos encontrar... por un  momento hasta pensé que le había dado un infarto y encontraríamos su pequeño cadáver en algún mueble o cajón sólo cuando el olor nos pudiera guiar a él... una cosa es estar acostumbrada a los temblores y terremotos, otra es no encontrar a una de las felinas. Me asusté, y contagié a los demás.. y subíamos y bajábamos la escalera gritando "Lulú, Lulú" y nada. Los otros gatos se quedaron cerca nuestro, fueron más cautos, pero Lulú que apenas tiene un año y medio, se aterró y nosotros íbamos para allá.
Una hora y media después la vimos saliendo de un gran mueble que abarca toda una pared... fue un tremendo alivio, enorme.
Esa noche, empezamos a tener comunicación a eso de las 22:30, precaria, pero lo suficiente para hablar con amigos y familiares y asegurarse que todos estaban bien. A la medianoche decidimos irnos a dormir, o intertarlo, pues las réplicas no paraban, y algunas fueron sobre 7 grados. Durante todo este blackout nos mantuvimos informados por la radio de mi teléfono (una reliquia previa a la era Smart) y supimos del tsunami que llegó a Coquimbo ( a minutos de nuestra ciudad). Mal. Nos llevamos a la cama a todos los gatos y al enano, ni de broma hubiese estado dispuesto a dormir solo esa noche.
Dormí fatal con los 4 gatos amontonados, pero tranquila que a cada réplica consolé a Lulú y pudo descansar bien. 
Las réplicas siguen, en los dos días sgtes. al remezón sumaban más de 300. 
Pero creo que Lulú está apendiendo a guardar la calma al fin :D

2 comentarios:

  1. jajaj a todos se nos perdió un felino, acá el Dante se había perdido y yo lloraba por él más que por mi desgracia xD y el fuckin gato está seguro escondido bajo las sábanas xD ajajaj todavía me acuerdo y me da risa.
    Por lo menos ya estamos acostumbrados a los terremotos, lo malo el tsunami, para eso nadie se prepara u.u.
    Que mal que el pequeño se asuste, mas adelante ya se acostumbrará :).

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    1. Cuando logramos hablar con el Víctor y nos dijo que tú estabas con él y Cristiancito sano y salvo fue "oh, que bueno!" pero cuando dijo que Dante en Cqbo. se había desaparecido nos urgimos mucho, ya sabes, uno que tbn es gatero... menos mal el niño estaba en la cama! que alegría y alivio para uds.! <3
      Si te fijas en la foto tomada con teléfono (luz cortada, ni idea donde estaba la cámara tradicional) se ven cosas en el suelo, que se cayeron de arriba de un clóset... andaba todo revuelto, pero lo importante es que TODOS dormimos juntos y más tranquilos que ni el enano ni la Lulú pasarán susto... estos niños xD

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